"Y de sus lágrimas saladas surgió
un mar…,
Y de un mar surgió un templado
océano…,
Y de un templado océano surgieron
muchos océanos…,
Y de los muchos océanos se cubrió
la gris Tierra …,
Y la gris Tierra cubierta de muchos
océanos se transformó…,
… en un hermoso planeta azul."
No realicé
la tercera ruta del campamento de la FEDME, pues en su lugar me fui de playa, y
además disfruté de las delicias
culinarias Cántabras…,Maese Viento montó en cólera ese día como me había
advertido en Collado Jermoso, los que acudieron a la tercera cita de alta
montaña del FEDME no pudieron alcanzar cima, mientras yo luchaba con las olas
playeras del Cantábrico…
Pero hoy en
la cuarta ruta, sería diferente, tras la ventisca viene la calma…
Llegamos al
aparcamiento de siempre, Pedro, Cecilio y yo…,los que quedábamos del grupo de
espartanos,…la dureza de los Picos de Europa pasaban factura,…apenas estábamos
25 montañeros para subir de nuevo los Hacheros, el campamento FEDME de alta
montaña parecía que había sido víctima de un exterminio nazi…
La milla
vertical nos esperaba como el primer día, pero ya sabíamos a lo que íbamos, y
eso es un punto importante…el mejor tiempo en competición era de 37 minutos,
nosotros más de dos horas…no me gustan las competiciones…
Me dejé caer
una vez más hasta lo último, esta vez el miniciempiés guiado sabiamente por el
superguía Quique, iban a un ritmo más humano, no sería el último, llegaban unos
cuantos montañeros tarde a la cita y quedarían detrás de mí.
A mi ritmo,
a veces acompañado de mi amigo Pedro Espartano, me acomodé en la vereda para
subirla, por segunda y última vez en este campamento. Maese Viento, soplaba
suave, pero mi soledad me hacía más fácil entender sus palabras…
- - - Maese Viento, cuéntame la historia de origen de los Picos de Europa…
- - - Ya sabes, humano, que nunca falto a mi aliento… atiende pues, nunca antes humano alguno escuchó esta historia;
CUANDO TIERRA QUISO SER
MADRE…
Hace tanto tiempo que
apenas lo puedo recordar, tanto que mi aliento volaba libre sin sitio donde aterrizar, sin nada a lo que poderme
acercar, sin nadie a quien susurrar en oídos, ni rozar cabellos…, tanto tiempo, tanto,…que las
noches y los días eran fríos, y los meses y las estaciones no existían…
Por aquel entonces,
Tierra era un planeta que surcaba en soledad por el espacio silente, vacío de
sueños y de coloridos…, la Tierra soñadora de compañía, escudriñaba el espacio
buscando y buscando, en sus largas e interminables jornadas de soledades…
Y un buen día atisbó
una cometa radiante y jubilosa, surcadora tenaz de los espacios
siderales…envidia de planetas, codicia de soles, esperanza de polvo de
estrellas,… lo más hermoso del sistema solar.
Tierra quedó encantada
de ver semejante estela, plateada de luz y sueños…, Tierra entonces, sintió,
que quería ser madre de tan bella cometa, que iluminaría sin duda, sus noches
tan largas y oscuras…, y ella a cambio le daría calor y protección a la cometa,
que vagaba por la inmensidad del universo…
- - Escúchame, bella cometa, escúchame te lo ruego, acércate pues, pues te espero, y ser tu madre deseo…
- - Os escucho planeta, yo soy la que surca los vientos estelares, yo soy quien roza los espacios siderales…
- - - Acércate y dime tu nombre, bella cometa, te cantaré mi melodía, te acunaré en las noches, te susurraré mil palabras…
Y tanto se acercaba a
la gris Tierra, que en cada vuelta al sistema solar se pegaba más y más, cada
vez más cerca…
- Cómo te llamas bella cometa, pues yo soy Tierra y tu madre deseo ser…
- - Pues yo soy Luna, cometa de luz y viajante oportuna…
- - Quédate conmigo, Luna, yo te cuidaré, te protegeré y te acunaré en las noches en tierno esmero…
- - Oh, Tierra, yo soy cometa y no satélite, soy Luna libre y sueño que vaga el sistema solar…
Pero Luna, escuchando
la melodía de la gris Tierra, se había acercado tanto…que casi habían chocado,
y se habían quedado unidas en junción planetaria…
Y Luna cuando se vio en
esa posición, pegada a Tierra en unión, sintió que se encontraba en prisión, y
trató de huir de nuevo al espacio, en busca de su libertad perdida…
- - Querida Luna, no os marchéis, os quiero y os amo, con amor de madre, el cual no lo supera nada en el universo…
- - Oh, Tierra…no puedo estar con vos, soy cometa libre y no satélite, y mi luz debe brillar en el espacio…
- - Luna, hija mía, no marches por favor, pues te siento en mí y eres parte de mí...
Pero Luna se fue
separando muy lentamente de Tierra, al Tiempo que rodeaba a ella como satélite,
buscando la libertad del espacio sideral…
Tierra al ver a Luna
que se quería marchar, se conmovió profundamente, y de sus entrañas comenzó a
verter lágrimas de Madre, que cayeron en
lluvia, lluvia que lo cubría todo…
Y Luna al ver a Tierra
afligida, le obsequió con un pañuelo para que enjugara sus lágrimas…
Y así es humano, que
del pañuelo de Luna, estrujado y surcado por las lágrimas de Tierra, nacieron
los Picos de Europa, y todo lo que ves está en la Tierra, pero en su momento fue parte de Luna…
Y de sus lágrimas saladas surgió
un mar…,
Y de un mar surgió un templado
océano…,
Y de un templado océano surgieron
muchos océanos…,
Y de los muchos océanos se cubrió la
gris Tierra…,
Y
la gris Tierra cubierta de muchos
océanos, se transformó…
,en un hermoso
planeta azul…
Y así es humano, que del
dolor de madre de la Tierra, que todo cubrió
de lágrimas saladas, surgió vida…mucha vida, mucha más vida de la que hubiera
podido soñar, y Madre Tierra es hoy Madre de todo lo que vive, de todo lo que
respira,…nacido de sus lágrimas saladas, lágrimas de Madre…
Poco a poco,
paulatinamente moría en mis pies la gran cuesta Hacheros, entre foto y foto y
risas con Pedro, mucho más fácilmente que el primer día nos encontramos en lo
alto, donde poco antes de llegar estaba Quique y Silvia, la gallega de las
causas nobles, vigilantes de nuestra buena marcha…
En el
teleférico nos hicimos unas fotos para Tony, aquel muchacho atropellado el día
del carnaval y en coma desde entonces, las vistas una vez más no desmerecen,
con el Remoña arriba tendiendo sus paredes a nuestros ojos ávidos de imágenes…
Aquí nos
llevamos la sorpresa de que la comitiva había engordado considerablemente,
muchos montañeros eran los que optaron por subir en teleférico…sabia opción
para el cuarto y último día.
Seguimos por
la pista hacia la cabaña Verónica, nos asomamos más adelante al valle por donde
bajaríamos a la vuelta, Horcadia Covarrobles me dijo Emi, espero haberlo
escrito bien…
Me voy
encontrando cada vez mejor, la verdad que la montaña me sienta muy bien, mi
asma de esfuerzo consigue lo mejor de mí cuando llevo varios días andando.
Nos
adentramos de nuevo entre paredes selénicas, y esta vez dejamos el camino del
Peña Vieja atrás y no dirigimos hacia los Horcados Rojos, dejando el refugio
Verónica detrás a nuestra izquierda…
Es increíble
empiezan a salir personas hasta debajo de las piedras, contrasta con la soledad
del cuestón de Hacheros, allí en el collado de Horcados Rojos nos juntaríamos
más que en un concierto de U2…
Tras subir
una empinada vereda enrocada de gris, llegamos al collado de Horcados Rojos…el
Urriellu o Naranjo de Bulnes nos sonríe mientras nieblas melosas rozan sus pies
bañados a lo lejos de un Cantábrico indiferente a nuestros pasos, no hay
palabras…tus ojos no se lo pueden perder…
Me hice unas
fotos con mi amigo Emi, sabio y docto de montañas e historias, disfrutamos del
momento y Quique el nos dio la opción de
subir a la Torre o de volver al refugio de cabaña Verónica, por lo que nos
dividimos en dos grupos, yo fiel a mi apodo y no podía dejar de pisar una
cumbre…
Subí
bastante ligero, mis piernas pedían marcha,
y tras surcar una pared que daba un poco de vértigo si mirabas hacia
abajo, se llega a la Torre de los Horcados Rojos, límite entre Asturias y
Cantabria a 2506 metros de altitud, allí estaba Mari Carmen la Alicantina, que
no la esperaba ver hoy, pero había sido fiel a la alta montaña hasta el último
día…
Silvia la
gallega, de corazón de platino, aprovechó para hacernos unas fotos para ayudar
a Tony soplando una vela, por la que AXA da una ayuda para poder pagar el
hospital de pacientes en coma donde se encuentra que es privado…bravo por
Silvia, impulsora de esta buena causa…
En la cima
rodeado de picos, la nostalgia nos atrapa pensando que se acaba el campamento,
que tan buenos ratos nos ha dado, y nos ha llenado nuestra vida de momentos
inolvidables de sudor, amistad y sueños elevados…, volvería todos los años.
Hay que
bajar, acelero un poco, hoy me sobra energía al ver que esto se acaba, se baja
rápido y en poco estoy en el lapiaz
afilado que precede a la cabaña Verónica.
La cabaña
Verónica no es cabaña, es un huevo pequeñín donde venden cervecita y refrescos,
me recordaba un poco al refugio Gouter del Mont Blanc pero en chico y feillo…
Me tiro un
rato jugando con las chobas, que tienen ganas de bocata y se arriman hasta mis
pies a picotear…que atrevidos son los animales cuando tienen hambre…
Hay que
volverse, se hará por el mismo sitio pero la bajada final será por Covarrobles
que tiene buenas vistas y bosques, por una vez me apetece ir en cabeza del
ciempiés.
Me adelanto pero cuando apenas llevamos 500 metros la comitiva se
para en seco…
De atrás
vienen buscando a Quique para que se vuelva y también vienen preguntando por
mí…algo ha pasado, Pedro sabe que soy médico,…algo ha pasado.
Salgo
corriendo atrás lo que me dan mis piernas, repasando mentalmente la medicación
del botiquín por si hiciera falta…, hay alguien en el suelo…ha sido una caída,
está consciente,…menos mal, va a ser algo con arreglo.
Es Rosa, ha
tenido la mala suerte de enganchar el bastón en una grieta lenar y se le ha
quedado el brazo atrás, doblándose el codo en la dirección opuesta y cayéndose
sobre las afiladas rocas. Está pálida, el codo tiene mal aspecto habrá que
inmovilizar, allí entre todos, y éramos muchos, nos fuimos apañando, uno a por
hielo a un nevero, otros me dieron hasta cuatro vendas que me hizo falta para
inmovilizar, otro fue a por coca cola al refugio para subirle la tensión, ya
que Rosa estaba un poco decaída tras la caída…es la grandeza de la montaña,
aquí somos todos como hermanos, hoy le ha tocado a Rosa mañana puedes ser tú…y
no hay nadie a salvo, todos tenemos cuerpo y se puede dañar…somos vulnerables.
Rosa es una
persona muy fuerte, no se queja a pesar del daño sufrido y vamos a intentar
bajar sin tener que llamar al 112.
Le doy mi
GPS a mi amigo Pedro, para que grabe la ruta, y nos quedamos un grupito
reducido con Rosa, nos volveremos por el teleférico…, el resto seguirán la ruta
establecida.
Poco a poco, con la valentía y fuerza de Rosa,
vamos descendiendo despacio hacia el teleférico, Rosa, su amiga Lucía, ambas
Aragonesas, Rafa, Silvia corazón de platino, Quique el superguía, y yo.
La bajada se
nos hace entretenida con la conversación de Rafa, un montañero superveterano…de
los que ya quedan pocos, y paso a paso entre las paredes indiferentes, vamos
avanzando seguros por la vereda, me ha impresionado la fuerza de voluntad de
Rosa, otro cualquiera hubiera llamado a los servicios de rescate…pero no, ahí
concienzuda y tenaz como buena aragonesa, llegó sin darnos la más mínima
preocupación al teleférico…
Nos montamos
en el teleférico sin esperar cola tras la gestión de Quique, y en un santiamén
estábamos abajo, como Rosa se encontraba bien, se marchó en su coche conducido
por Lucía hasta el hospital.
Los demás
nos quedamos celebrando que todo se acaba y que todo puede empezar de nuevo, en
este caso el año que viene, espero volver sin duda…
Rosa padeció
un esguince de codo según me contó el día de la clausura que vino a despedirse
de todos nosotros, Rosa…gracias a ti, espero que nos veamos de nuevo y que tu
codo vuelva pronto a la montaña con su dueña…
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